En el desayuno, los locales de por allí tenían ganas de cháchara y entre toda la paja surgió un cambio de plan, nos recomendaron pasar por la antigua Granadilla, la población de origen que da nombre a todas estas poblaciones que hay en esta zona, como donde estábamos Zarza de Granadilla.
Granadilla
Primero vamos a ver Granadilla. Solo la carretera que va hasta la población y muere allí ya merece la pena, con curvas y cambios de rasante muy divertidos, unos paisajes preciosos y un fresquito que hace muy agradable conducir la moto. La carretera está en perfecto estado y pese a que el límite es de 30 kph es inevitable ir algo más rápido.
Granadilla, antiguo señorío de Granada, es una antigua villa amurallada de origen feudal rodeada por el embalse Gabriel y Galán. Anteriormente fue un importante pueblo, capital de la comarca conocida como Tierras de Granadilla. Fue desalojada en 1960 por la posibilidad de quedarse inundada debido a la construcción del embalse que la rodea. A pesar de que en ningún momento el pueblo ha llegado a estar inundado, ni siquiera con el embalse lleno, en 1980 la villa fue declarada Conjunto histórico-artístico y, cuatro años después, elegida para su inclusión en el Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados.
Según llegamos allí el parking, situado en la puerta de entrada a la muralla, estaba lleno de motos pertenecientes a un grupo de viajeros y un autobús gigante con lo que no íbamos a disfrutar del pueblo para nosotros solos.
Este sitio fue fundado por musulmanes en el siglo IX, como baluarte estratégico de la zona, ya que se sitúa en una colina de pizarra que domina un extenso terreno y es un paso obligado por la Vía de la Plata.
Lo primero que nos llamará la atención es su situación en una península rodeada de agua, y su conjunto amurallado. Esta localidad está catalogada como la tercera población mejor amurallada de España por detrás de Ávila y Lugo. Su muralla circular es de origen almohade y su único acceso la puerta por la que hemos entrado en la zona noroeste.
Pasear por sus adoquinadas calles es un auténtico placer visual, la reconstrucción parcial que han hecho del núcleo es sorprendente, es como si siguiera viviendo gente.
La plaza es grande con una fuente en el centro. El Castillo cristiano de Granadilla, erigido entre 1473 y 1478 tiene una forma peculiar, a la torre cuadrada central se le han ido adosando unas torres semicirculares creando una singular fortificación. El castillo-torre cuenta con cuatro plantas, sótano con aljibe y mazmorra y dos plantas habitadas y la planta superior en la que estaría situada la sala de armas.
Otro de los lugares de imprescindible visita es la Iglesia de la Asunción, estuvo un tiempo en estado ruinoso hasta que volvió a restaurarse. Todos los años se celebra en ella la misa de los difuntos, una oportunidad perfecta para conocer el pueblo.
Ciudad romana
Retrocedemos sobre nuestras rodadas y nos dirigimos al sur, para ver la ciudad romana de Cáparra, situada en la antigua provincia romana Lusitania. La atraviesa la famosa Vía de la Plata. De origen incierto, se piensa que fue preromana aunque solo se han encontrados algunas vasijas y utensilios que poco pueden demostrar. La entrada es gratuita, algo que me parece sorprendente en estos tiempos donde cobran casi hasta por respirar. Hay un Centro de Interpretación con aire acondicionado donde emiten una proyección en alta calidad de la historia de esta ciudad con cómodas butacas para sentarse. También dispone de baños y de panfletos guía para orientarse por el complejo turístico.
No hay demasiado para ver pero las tareas de arqueología siguen funcionando a día de hoy. Lo más sorprendente es el poder caminar por donde miles de años atrás caminaron millones de comerciantes, la Vía de la Plata pasaba bajo el arco de Cáparra, conocido como Tetrapylum, el que es el edificio más importante que ha sobrevivido hasta la actualidad. Es un arco cuadrifronte, único en España con estas características. Se sitúa en el centro de la ciudad, bordeado por el Foro, las termas y otros monumentos. En él confluyen las dos calles principales: el Cardo y el Decumano. Se encuentra muy bien documentado, gracias a las inscripciones conservadas en él.
Un dato curioso es que la ciudad de San Juan de Puerto Rico fue fundada originalmente con el nombre de Cáparra.
Después de la gratificante visita de la ciudad romana, continuamos por carreteritas comarcales en bastante mal estado pero divertidas. Al cruzar el Río Alagón por la CC 13.3 nos encontramos con un arco de piedra engullido por el agua del río. En concreto es el Puente Pontón, en el Río Alagón, usado como vía antigua que comunicaba Cáparra, puede que incluso fuera la vía que cortaba la Vía de la Plata bajo el Arco de Cáparra, no se sabe con exactitud, pero si se sabe que es romano.
Sierra de Francia
Rumbo al norte, cambiamos de comunidad autónoma y saltamos de Extremadura a Castilla y León. Tomamos la CC-167 que, justo en el límite fronterizo, pasa a llamarse SA-201 y entramos de lleno en el Parque natural de Las Batuecas, más conocido como Sierra de Francia. La subida hacia La Alberca es una pasada, una decena de horquillas nos hacen ganar más de 500 m de altura en apenas 7 km. El tiempo nos acompaña favorablemente y conseguimos disfrutar de unas vistas espectaculares. Hacemos parada obligada en La Alberca. Merece la pena venir a ver este pueblo con sus pequeñas calles llenas de fachadas de las típicas casas serranas que presentan sillares de granito en la planta baja y largas tramoneras en las plantas superiores, dejando vistas estas vigas y palos.
En los tejados no se observan chimeneas, pues se suelen sustituir por un cántaro roto o incluso a veces el humo simplemente sale por una teja levantada.
Nos hidratamos y reponemos fuerzas para subir la Peña de Francia. Desde que sales de La Alberca el camino es una delicia visual, las curvas se suceden una tras otra, la densidad de la circulación automotriz es mínima y esto hace que nos despreocupemos un poco de mirar hacia el frente y no paremos de girar la cabeza hacia todos lados como los muñequitos cabezones que se ponen en los coches.
La Peña de Francia
Con sus 1.727 msnm, este pedazo de peñón tiene un excelente mirador para divisar, desde su cima, toda la llanura del Campo Charro hacia el norte, la Sierra de Tamames hacia el este, y el pantano de Gabriel y Galán hacia el sur, aparte del resto del macizo montañoso de la Sierra de Francia. Como curiosidad decir que esta peña se nombra en la segunda parte de El Quijote, concretamente en el capítulo XXII.
En la cima también encontramos el grandísimo santuario de Nuestra Señora de la Peña de Francia, con su Virgen negra, que es prácticamente inaccesible en invierno por la nieve.
Yo aproveché a bajar por un hueco para bajitos a una zona de culto, debajo del santuario, no era ni cripta ni nada, solo un altar con inscripciones religiosas en una reducida cavidad llena de humedad y bichos, no apto para claustrofóbicos. Me sentía como Indiana Jones buscando reliquias.
También hay un parador nacional para los que desean pernoctar en un entorno bastante alejado de cualquier cosa urbanita, solo apto para dueños de Porsche Cayenne o similares, por lo que vimos en el parking privado.
Ya que estábamos en este punto tan estupendo, fresquito y sin gente, decidimos sacar un tentempié para comer y lanzarnos a la carretera.
Una curiosidad en el camino
Al llegar a la población del El Maillo, dejé un momento solo a mi compañero Juanma y me aventuré por una pista de tierra para ir a ver el Convento de la Casa Baja, una rareza de la zona solo conocida por locales y senderistas. El nombre de Casa Baja se debe a que los frailes dominicos, que habitaban el Monasterio de la Peña de Francia, se trasladaban todos los años a este monasterio cuando llegaban las primeras nieves. Durante el resto del año parece ser que este convento servía a los frailes de almacén de provisiones y alimentos. Para su construcción, los dominicos pidieron una autorización papal, que fue concedida en 1498 por Alejandro VI.
Edificado en el siglo XVI, aunque la iglesia, cuyos restos se conservan aun, es de estilo neoclásico. Sobresale el hermoso claustro que recuerda el estilo Gótico-Isabelino. Tras la guerra de la Independencia y debido a los daños sufridos, los religiosos comenzaron la restauración del convento en 1816. Con la llegada de la desamortización de Mendizábal, el conjunto fue adquirido por vecinos del pueblo y hoy día presenta un claro abandono por toda la maleza que ha invadido la zona y el edificio.
Un no parar de cosas buenas
Conduciendo por la SA-220, sin salir de los límites de la Sierra de Francia, pasamos por Miranda de Castañar para ver el impresionante castillo construido entre los siglos XIV y XV por el conde don Pedro Estunyga, probablemente sobre un castillo anterior. Es uno de los mejor conservados de la provincia de Salamanca. Las callejuelinas del pueblo son acogedoras, verlas despobladas me infunde calma y tranquilidad, apenas hay algún anciano sentado frente a la puerta de su vivienda esperando que refresque para entrar nuevamente. Aquí compramos las últimas botellas de agua para el viaje de retorno y, como no, aproveché para comerme un crepe y reponer fuerzas.
La sorpresa del día
Desde San Miguel de Valero cogemos una carretera sin nombre estrecha incluso para una moto con maletas, en mal estado y con visibilidad pobre, debido a los numerosos cambios de rasante y giros comidos por la maleza. No obstante llegamos sin contratiempos a Monleón, para ver, a mi parecer, uno de los castillos más chulos de la ruta de hoy. Monleón se asienta sobre un cerro plano a 878 msnm dominando la confluencia del Río Alagón, con el Riofrío y el Navalmandiles, que servían de foso natural.
Sus orígenes parecen ser muy antiguos, a juzgar por la escultura del toro que aparece junto a la puerta de la villa, hay escritos que la mencionan en el siglo X y en los cambios de manos entre musulmanes y cristianos hasta mediados del siglo XV, cuando se construye el castillo actual sobre otro anterior. Ante sus muros tuvieron lugar varias acciones bélicas como las de la guerra de sucesión originada por la proclamación de Isabel como reina de Castilla.
Nada empezar a recorrer el puente de piedra que cruza el río, el pueblo impone, se nota perfectamente el curso de la que fue una muralla completa, presidida por la vigorosa torre del homenaje del castillo. En la actualidad, esta torre ha sido restaurada y se han reconstruido las dependencias interiores al igual que otras partes del castillo. El conjunto ofrece parte de la presencia que tuviera en la época, gracias a su actual propietario, pues no solo es propiedad privada, como la mayoría de castillos españoles, sino que es su vivienda habitual. ¿Y cómo se esto? Pues porque el propietario estaba allí mismo cuando estaba haciendo las fotos.
No me esperaba que pudiera conocer en persona a un propietario de un castillo, nada menos, y que encima fuera tan majo como para responder todas esas preguntas que alguien como mi amigo Juanma o yo, nos hacemos e incluso hipotetizamos sobre aspectos simples más allá de la antigüedad de la construcción. Por ejemplo: ¿Cómo es vivir en un castillo? ¿Se paga IBI? ¿Cómo se calienta el interior de un castillo, con gas natural, leña, electricidad? ¿Tiene internet o teléfono en casa? ¿Las estancias interiores son clásicas como cuando vas a ver un castillo/museo, o por dentro es como una casa normal y corriente con su mobiliario de Ikea, por ejemplo? ¿Se puede restaurar al gusto, hay normas, hay subvenciones…?
En fin, muchas preguntas que su dueño, muy pacientemente nos fue respondiendo y desde aquí quiero enviarle un saludo enorme ya que puede que para un chaval de nuestros tiempo conocer a Cristiano Ronaldo sea su sueño, pero para mí haber tenido esta conversación con esta persona ha sido una experiencia brutal, tanto que a pesar de que íbamos con el tiempo muy justo para que nos callera la noche en Madrid, no me importó que atardeciera en Monleón mientas tenía una charla tremendamente peculiar con un dueño de un castillo.
Por cierto, algunos castillos pese a estar incluidos en el B.O.E. de patrimonio culturar si pagan IBI, no por ser patrimonio está exento, a este castillo se le instaló una caldera de combustible que calienta muy bien todas las estancias, la decoración, según nos reconoció el dueño, es muy particular suya, pero no hay espadas, escudos y banderas como parte del mobiliario, no necesita internet porque ahora con el móvil es suficiente y vivir en un castillo es como vivir en un cuádruplex, en una planta está la cocina, en otra el salón, en otra una habitación…
Pero lo más sorprendente de todo es que cuando veáis una “mala restauración” por tener una parte de ladrillo o ser de una piedra que contrasta mucho con la original, es por culpa del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que obliga a los propietarios a que las reformas se tengas que diferenciar de la construcción original, pese a que la mayoría se lo curran para hacer que sus castillos consigan el aspecto y porte que tuvieron siglos atrás, manda huevos, que la gente lo quiera hacer bien y que justamente el Ministerio que lleva la palabra “cultura” como parte de su nombre les obligue a hacerlo mal a propósito o si no le quita las subvenciones.
Disfrutando del paisaje al anochecer
Como estuvimos más de lo esperado en Monleón el regreso a casa lo hicimos casi a la carrera pero igualmente parando a ver el patrimonio español como en Puente Congosto con su gran castillo construido a mediados del siglo XV y su puente de arco estrecho que le da nombre a la población. La concatenación de poblaciones por la AV-102, entre Grijuelo y Piedrahita, va quedando a nuestras espaldas, no puedo verlas porque el sol queda ya muy bajo y me deslumbra en los retrovisores de la moto.
Desde Piedrahita empieza una serpentenante carretera divertida, con vistas espectaculares, que serían mucho mejores si no quedaran a contraluz. La AV-932 recorre el Puerto de la Peña Negra, uno de los más espectaculares de la península, y no suficientemente conocido por los moteros, salvo los naturales de la zona, en mí caso fue recomendación de mi compañero de ruta Juanma, el ya había estado un par de veces por estos lares. Al contemplar desde la llanura abulense las líneas que la carretera traza en el flanco de la Sierra de Piedrahita ya podemos hacernos una idea de lo que vamos a encontrarnos: 15 km de ascenso ininterrumpido. La suma de su longitud total, la ausencia de arbolado y los 1926 msnm a los que se corona el puerto que arranca sobre los 1044 msnm de Piedrahita, va a dejarnos con la boca abierta en casi todo el ascenso, por suerte para los usuarios de casco integral no se nos llenará de bicho.
En los últimos tiempos, el alto del puerto se ha convertido en privilegiada pista de despegue de los cada vez mayor número de aficionados al parapente en este país. Te puedes pasar horas viéndolos surcar el cielo.
Esta escalada da paso a la magnificencia de la Sierra de Gredos con sus múltiples posibilidades a disposición de todos los locos de las cumbres. Nosotros iremos paralelos a la sierra dejando Gredos a nuestra derecha, el tiempo se nos echa encima y conducir de noche por carreteras comarcales no es buena idea con lo que le achuchamos la oreja a la moto y aprovechamos el casi nulo tráfico de las carreteras que nos quedan para llegar a Madrid.
Domingueros
Desde Navaluenga el tráfico se volvió denso y pesado, cada vez más, hasta llegar a la N-501 donde literalmente se paró. Por suerte vamos en moto y es momento de sacarle partido a las dos ruedas, pese a que voy con maletas, no creo que esto sea más peliagudo que conducir por alguna ciudad imperial marroquí. Sorteando coches parados y doblegando alguna que otra norma vial, conseguimos llegar a casa sanos y salvos.
Un estupendo fin de semana muy intenso, con muchas horas de moto, mucho visto y con buenas cifras: 850 km ida y vuelta por carreteras comarcales terciarias y cuaternarias, 28 horas de ruta en un total de 39 horas de viaje y solo 45€ por barba incluyendo el hostal, comida y combustible de nuestras nenas. Creo que no está nada mal.
Esta ruta de dos días con mi buen amigo Juanma ha sido una auténtica prueba de fe, con lo raro que soy yo para esto de moverse en moto y he conseguido congeniar con Juanma perfectamente, sobre todo en mí, ya repetido cientos de veces, pesadez haciendo fotos de todo lo que me rodea, yo le digo que me ha tenido mucha paciencia y él solo me dice que le pase una copia de todas las fotos.
Si quieres ver el track de esta ruta lo tienes aquí.
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