Esta ciudad está hecha por y para turistas que han ido demandando una serie de cualidades y los locales las han ido incorporando. La zona nueva es tremendamente cosmopolita, los lugareños la llaman la Zona Europea, tiene grandes calles, muchos locales de cualquier tipo con precios europeos, vehículos carísimos aparcados en las calles o circulando, he visto más Ferraris y Bentleys por las calles de Marrakech que lo que he podido ver en toda España y eso que he paseado por Porto Banús en cuatro ocasiones. La zona antigua no tiene grandes calles y caros coches, es lo contrario, pero esas dos son las únicas cosas que las difieren, los restaurantes tiene precios europeos sea especialidad local o cualquier otra importada, la mayoría de los objetos que te venden en la calle se importan a España y se pueden conseguir allí por un precio similar incluso después del regateo y luego tiene lo que ya te esperas, masificación de gente y minimotillos circulando por todos lados. Nada más llegar lanzo una foto a la plaza principal y como salieron en la foto los tíos de los trajes raros y campanas colgando, se me acerca sutilmente para sacarme una foto, me quita a cámara y poso con el otro, en fin no le valió que le dijera que no llevaba dinero, había que soltar algo si o si. No hay problema. Después de estar una hora por allí ya he visto el zoco y no me gusta con lo que me dispongo a ver otra zona menos turística y más marroquí. Empiezo a caminar y los europeos empiezan a desaparecer, hasta que tropiezo con un marroquí que me aborda en inglés con lo típico: ¿De dónde eres? ¿Tu nombre? ¿A dónde vas? etc, y me comenta que estoy de suerte, que voy a ver algo único y que es el último día para verlo, una zona apartada donde podré ver el proceso de fabricación de objetos de cuero, desde que las pieles son arrancadas del animal hasta que el bolso que cuelga en las tiendas ya pintado, accedo ya que eso sí parece autentico y me empieza a meter por callejuelas cada vez más estrechas y donde ya no había europeos, me engancha con otro marroquí que hablaba mejor el inglés y el primero se despide para el segundo ya adentrarme a lo más profundo y mientras charlamos, pasamos por colegios, parques y las tiendas ya son normales, sin saturaciones de baratijas y todo escrito en árabe. Llegamos a un sitio donde, de un grupo de unos diez marroquíes se acerca como el cooperativista de la “movida”, y que cuando termine el tour pase a verle, pues abren unos portalones de madera, pasamos a un patio y efectivamente me explican cómo va todo el proceso, le hago preguntas y me pasan a la tienda donde también me cuentan mil cosas pero lo precios son altos y no tengo donde meter una manta de camello o un bolso de cuero en mi moto, la verdad es que se ven con mucha calidad y se nota que es todo hecho a mano pero no he venido a Marruecos a por “material” para eso vengo con un coche, en la moto hay veces que tengo que decidir si llevar menos agua o tirar alguna camiseta porque voy a reventar las maletas, como para ir cargado con extras que no necesito. Al ver que no le compro el de la farmacia tradicional lo intenta de nuevo pero tampoco consigue que le compre y dispuesto a salir de allí ante las miradas fusileras de esta gente, me aborda un tío grande, y que tenía que pasar lo mismo que mi moto, que deje una ayuda para los buenos trabajadores, le digo que si 20DH le vale y acepta (por 2€ no les doy opción a malentendidos, estoy muy lejos de las zonas turistas) y salgo de allí. Cuando voy reconociendo las calles hago otro intento de aventura y me desvío por una zona tranquila dispuesto a ver algo que “mole” pero me intercepta un chico y me dice en inglés que por allí no hay nada interesante que lo bueno esta por el otro lado (señalando a la zona turística) “pero yo quiero ir por allí!” “No no, my friend, there is nothing to see there, I'll walk you to where you go. I'll walk where the are the most good” en fina cuando habíamos caminado unos metros le digo que no tengo dinero y que ya se llegar solito a la medina, muchas gracias, pero insiste agarrándome del brazo, y le replico de nuevo y le enseño la mochila para que vea que solo tengo agua y pañuelos, que no hay dinero, y me dice que vale pero que le ayude, y le digo que no, no hay dinero ya para nadie más y en español digo “Toy jarto de soltar pasta pa tos los chorizos de aquí” en fin retorno a la medina "cachi piruli estafaturistas" y como tenía hambre me pillo un Sawarma con patas y agua por 2€ que me sabe a gloria. Me dispongo a hacer un nuevo intento por ver algo distinto, y voy por otro lado dirección al Palacio de la Bahía, pero ya alejado de estas zonas topo con otro gentil hombre que me invita a salir de allí y de paso me comenta que tiene una tienda de productos que si quiero hachís, té o cualquier otro producto, la verdad es que no, solo terminar la excursión y que no hay dinero por esto, me dice que es amabilidad bereber, y le replico que sus colegas bereberes de los cueros ya me han quitado el poco “espèces” (efectivo) que portaba,, no problema, caminamos por el barrio judío, donde me empieza a meter por unos callejones de los más estrechos y raros que he visto en Marrakech, aquí sí que me puse algo intranquilo pero al final me dice que siga recto y saldré a la media, le pregunto por su comercio pero como gratis no hay nada me dice que siga recto que allí salgo a la medina, pues bien, es hora de irse a casa. El jueves caminé casi 20km, también 5 son de regalo porque me dejé la SD de la cámara de fotos en el hotel y me di cuenta ya en las puertas del zoco jejeje, pero terminé reventado.
Al día siguiente me propuse ver algo distinto en Marrakech, subir a las montañas de alto Atlas, ya me dijeron que era peligroso porque las carreteras estaba mal, pero no tengo problema, si veo que no puedo me vuelvo, y pesar de que no hay señales que lleven al Oukaimeden sigo el GPS y voy por una carretera sin señalizar, esta es la buena, sin puestos de venta, sin vehículos que valen lo que una vivienda, sin “blancos”, voy por el buen camino. La ruta completa desde mi hotel fue de unos 100km ida, me confundí un par de veces porque no hay señales y si el camino fue espectacular y sobrecogedor, hay fotos, la culminación del monte Oukaimeden fue una pasada, no obstante en las aldeíllas por las que pasaba, siempre que me paraba a hacer alguna foto se me acercaba alguien a venderme piedras y fósiles, no son tan pesados como en el zoco y con 3 veces “No” es suficiente, ah y la gente es super amable y gentil en las aldeas y pueblos de la sierra. La carretera era más bien un camino, el asfalto se puso una vez en alguna época remota y no se ha renovado nunca, la montaña ha roto gran parte y por la ruta que seguí hace falta un 4x4 o un Mercedes Benz de los años 70´s - 80´s esos se meten por cualquier lado. La inmensidad del paisaje es indescriptible, allí se estaba de lujo, y tan bien estaba que cuando quise mirar el reloj había pasado dos horas en la cima, era momento de volver y esta vez sí que seguí los letreros que me llevaron por la otra parte de la montaña, la que sí es más turística, con muchos puestos de venta de artesanía, restaurantes y hoteles, con un mínimo de asfalto y todo el rato a 60km hasta llegar a la ciudad. Hoy he ido a ver un poco Marrakech con la moto y de paso comprar agua en grandes cantidades y que liada de atascos y más intensos en la zona antigua, pero al final siempre se desenredan y sin policía ni nada, entre los mismo marroquíes ya sean peatones o conductores el atasco fluye, sigue siendo atasco pero se ve movimiento. Ayer pasé por una zona, a la vuelta del Atlas, la cual vi en profundidad ya que es el circuito urbano de Marrakech, no es muy conocido pero un del hotel me contó que aquí se celebra el gran campeonato de Marruecos que es como una copia de la Nascar americana y se celebra en Marzo. El circuito está pintado en las calles de una zona de la moderna Marrakech, como el de Montecarlo o el clausurado en Valencia, y solo las gradas principales y zona de boxes es privado, hasta la salida de los coches está en las calles públicas y es largo con dos inmensas rectas donde seguramente los coches se pongan a tope. Los palmerales de Marrakech también son un pasada, son terrenos extensos que se tardan bastantes minutos en atravesarlos, llenos de palmeras, y como hay que tener buena cobertura telefónica ya que los hoteles más caros están por los palmerales, hay ideado unas antenas de comunicaciones que se integran perfectamente en el paisaje ya que dan el pego por un palmera enorme. Bueno, desde mi punto de vista, Marrakech es el sitio ideal para venir con los colegas a pasarlo bien unos días, fumar hachís, beber té y otras sustancias, trasnochar y levantarse tarde, el aeropuerto está muy cerca y si no se tiene contratado un transporte hay cientos de taxis que cobran tasas abusivas, que a los jóvenes europeos fiesteros no les importa pagar porque siempre serán más baratos que los de España, aprovechamos para dormir en un hotelucho de mala muerte por un bajo coste y, de paso, quejarnos por el antro que es, pero que entre risas lo recordaremos como una aventura y encima tenemos el sello marroquí en nuestro pasaporte. Esta ciudad tiene mucho que ver, pero no es para tanto y yo creo que está sobrevalorada, por eso es tan tremendamente turística, cuando vuelva a Marruecos no la voy a tener como destino en mi lista con estos cuatro días tengo Marraketch para el resto de mi vida.
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