Hossin es un tío genial, charlamos, pero en inglés, gracias a el he cogido bastante soltura con el idioma hablado. Me alojo en el Gite Kasbah de Tiznit (no hay otro), en un apartamento con todos los servicios completos, tiene una cocina donde encuentro de todo y la decoración es la más auténtica que he visto hasta ahora, tan es así que el lavabo no está en el baño, sino en el pasillo, muy marroquí; Las estancias tiene su propia temática y colores y hay cuadros y símbolos bereberes por todos lados, es una pasada y me lo ha dejado a un precio fantástico. Desde el primer día el dueño, La-Houcine, me parecía un tío agradable, solo habla en agasir, resulta que cuando llegué a marruecos yo pensaba que había dos lenguas, el árabe y el francés, pero el árabe es una lengua “importada” al igual que el francés, la lengua tradicional bereber es distinta como más rápida que el árabe, ha gente en el sur que si va de vacaciones a Casablanca no se entiende con los marroquíes de allí. En fin, decir que La-Houcine es una apasionado de las motos, me ha enseñado cantidad de fotos donde le he visto con cantidad de motos, entre ellas una que también tuve yo, la Suziki GSF 650, más conocida en el mundillo de las motos como la Bandit, pero más antigua la suya que la mía. Cuando él vivía en Francia ha sido mecánico de motos y ha viajado por medio Magreb a lomos de una antigua Yamaha XT 550, una moto que seguro le encanta a mi amigo Marcos jejeje. En este sitio el regente hace de todo y muy bien además, he probado, por primera vez, todos los platos típicos de Marruecos en su casa jeje, Couscous, Tajin, spaguetti… incluso unas sardinas rebozadas frías que no sé cómo se llama paro todo estaba riquísimo, todo casero y no solo en su compañía, también la de sus amigos de aquí. Tremendos y emotivos momentos hemos pasado, no puedo llevarme mejor recuerdo. En mi caso nos ha unido la pasión por las motos, el ser viajeros aventureros y alguna que otra cosa más que ha formado la que ahora es una tremenda amistad, pero es genial con cualquier cliente y da trato personalizado a todos, solo hay que ver que este sitio tiene una nota de 8,9 sobre 10 en Booking.com, por algo será. La primera zona que decido visitar, después de dos días de descanso que le vinieron fenomenal a mi pierna derecha que se quejaba desde la primera caída en Tanger, es la villa de Sidi Ifni, me cuesta mucho diferenciar una villa de un pueblo pero lo mismo me ocurre en España y es que Sidi Ifni es grande territorialmente y capital de la provincia que lleva su nombre. Es un pueblo importante para muchos viejos españoles ya que fue una ciudad como otra cualquiera de España (con sus calles, edificios, embajada, ayuntamiento, cine, etc, con construcciones estilo andaluzas, Aeropuerto, puerto marítimo, en definitiva una ciudad con todos los servicios urbanísticos que cualquier otra ciudad española podía tener) pero que a mitad de siglo XX entró en guerra por la ocupación marroquí. Santa Cruz de la Mar Pequeña, así la llamaban los españoles en el pasado y es que se nota mucho la influencia española, la decoración de las viviendas desde la provincia de Marrakech hasta la de Tiznit, son de color salmón, rojas según los de aquí, pero en la provincia de Sidi Ifni cambian a blancas con detalles azules, muy andaluz, la plaza de Hassan II, la antigua plaza España, tiene un toque español pero está demasiado repintada y es que en Marruecos les encanta pintarlo todo con una técnica sencilla pero duradera y es que cuando pintan una pared luego le ponen un emplaste o laca con brocha que las hace prácticamente impermeables y duran un montón. El que fue en el pasado un aeropuerto, hoy en día es un terreno de tierra y piedras, donde no queda ningún rastro de la pista, ni siquiera un poste o una verja, nada de nada, pero curiosamente en los mapas sigue figurando el dibujo de un aeropuerto, se puede buscar en Google, y la gente ha construido sus casas alrededor pero sin meterse en el terreno. Imposible que a día de hoy intenten montar un nuevo aeropuerto por la situación pero tampoco se urbaniza, estar allí se hace raro y curioso, tanto como me ve la gente que se me acerca a saludar. Tiene varios camping pero están cerrados, unos locales en inglés me dicen que no es temporada. El retorno a Tiznit se hace muy interesante, regreso por una carretera donde veo un desvío a una pista de arena que recorre las montañas, tras muchos km subiendo por las pistar termino en una carretera rural por la que solo entra un coche pero por suerte no pillo a nadie en contra durante todo el trayecto. Después el GPS me desvía por otra pista de arena y, ya que estamos, la sigo, se complica bastante por las piedras pero al final salgo muy cerca de donde me hospedo y llego ya casi de noche. Se hizo más interesante el camino que lo que fui a ver pero todo el día mereció la pena. Al siguiente me doy una vuelta por la playa de Aglou y Mirleft. La playa pues no tiene mucho que ver pero sí que hacer ya que dispone de muchas atracciones acuáticas y salto en parapente desde lo alto de una montaña. Mirleft es principalmente un sitio de paso, pero yo sabía que había unas ruinas que ver que no puede encontrar el primer día que me fui a dar una vuelta para tantear el terreno. Esta vez sí que sí, dando vueltas por el pueblo al fina llegué a una zona donde se veía en lo alto, de una de las varias montañas que rodean el pueblo, las ruinas de un castillo, fui buscando el mejor camino para subir hasta que llegue a lo más alto, por una pista bastante empinada, y para mi sorpresa arriba, al lado de las ruinas, habían montado un resort, subían a los clientes en 4x4 y son de esos que no necesitas salir a por nada. Bueno las ruinas son de un castillo español que nadie sabe fecharme pero molan y lo mejor es que son tranquilas porque es difícil llegar allí por el terreno y no hay vendedores. El camino de vuelta es, nuevamente interesante, ya que se encuentra en la ruta que va a Sidi Ifni por la costa, decidí volver esta vez por el interior. Me tomo otro día sin moto y solo la pillo para ir al pueblo con mi amigo Hossin. Tengo que parar un momento para hablar de esta gran persona, desde el primer día que llegué a Tiznit, en el mismo momento que nos encontramos no hemos parado de hablar, mi inglés hablado es bastante triste, pero ahora con Hossin lo he fortalecido, tengo más soltura con las palabras. Es que este tío sabe hablar algo en decenas de idiomas, pero se defiende muy bien en las importantes como los dos tipos de lengua nativa, francés e inglés. Es un crack y voy a echar mucho de menos su compañía en el resto del viaje también me ha ayudado con la reserva del hotel en mi nuevo destino y por supuesto a moverme por el pueblo, hablando con todos y es que he necesitado reabastecerme para proseguir mi viaje, también buscar por las tiendas de electrónica e informática unos componentes que me faltaban y mil cosas más, me ha facilitado mucho la vida en Tiznit. En lo personal he podido conocer a parte de sus amigos y quedar con ellos, ir a su instituto, conversar por la calle con quien le conoce pero sobre todo, muchas risas, muchas muchísimas y es que repito que he cogido tanta soltura con mi inglés que ya le cuento hasta chistes españoles en inglés o historias populares, en fin me he divertido muchísimo, me lo he pasado en grande y he conocido más del auténtico marruecos. Hace unos días decidí visitar otra zona relativamente cerca de aquí, me explico, cuando veo que en Google Maps solo son 70 km de distancia, pienso que es bastante cerca, pero luego el GPS me marca 3 horas para llegar a mi destino y la verdad es que se equivoca muy pocas veces, cuando veo que el tiempo no es proporcional a la distancia ya me voy imaginando que tipo de carreteras y en qué estado me voy a encontrar. Tafraout pertenece a la provincia de Tiznit y es un sitio que no destaca por casi nada interior pero si por muchas cosas que lo rodean, la zona en si es increíblemente maravillosa visualmente, son de esos sitios que por muchas fotos que hagas y mucho video que graves necesitas verlo con tus propios ojos, por descontado apenas hay rastro de turistas por esos lares y la gente vuelve a ser genial y amigable. Un sitio a mencionar por ejemplo es las piedras azules que un artista extranjero pintó hace años y que los locales repasan a modo de restauración y es que es un sitio raro de por sí como para imaginarse a un tío gastando toneladas de pintura azul para dar color a esas rocas enormes en mitad de ningún sitio y es que allí solo se llega o a pinrel o con todoterreno pero es genial verlo y subirse. Cuando yo fui no había nadie, pero claro, quien va a ir hasta allí? Es de locos pero subí por las rocas dejando todo en la moto, las llaves puestas, la documentación… todo. Cuando ya me cansé de los bichos de la zona, que hay muchos y son terriblemente pesados e insistentes hasta tal punto que andaba con el casco puesto permanentemente, me dispuse a seguir hacia Tafraout, pero volví a aterrizar en el suelo con la moto, esta vez porque topé con un banco de arena como la de la playa y las ruedas se hundieron a la primera, yo no me hice nada porque la chaqueta evitó que me raspara pero al final rompí la maneta del embrague, es un poco incordio manejar el embrague con dos dedos, el freno no importa, es igual de cómodo que con todo al mano, pero el embrague es distinto porque se usa mucho, en fin, es algo que iba a pasar tarde o temprano, pero tengo el repuesto que mi bueno amigo Domingo Matos me ha traído desde las Canarias. Tafraut tiene una mezquita entre unas casas de barro semiderruidas que contrasta bastante, a parte tiene unas calles principales interesantes llenas de palmeras y con los bordillos pintados para que no aparques, prosigo mi ruta hacia otros pueblos varios, mi intención es encontrar el Kasbah de Tizourgane, pero no consigo encontrarlo, todos los enlaces que hablan de él lo geolocalizan erróneamente, no obstante el camino hasta donde conseguí llegar fue fabuloso, los paisajes montañoso son brutales, puedes estar parando a hacer fotos cada 10 metros y aun así parecerte que son pocas fotos. Me dispongo ya a volver porque veo que se me vuelve a echar la noche encima como cuando fui a Guelmin, el GPS me dice que explore una nueva ruta, no obstante solo hay dos opciones, o volver por donde he venido y por esta nueva ruta que va por otro lado. La nueva ruta es terrible, las carreteras tienen largos tramos de pista y el desnivel en asombroso, pasas de estar a unos metros de altura a 50 metros más alto en cuestión de minutos, las carreteras serpentean las montañas por donde pueden y los desniveles son inmensos, la velocidad media que puedo alcanzar es de 30 km/h, alguna vez con suerte puedo ponerme a 60 kmph, y es que es muy difícil conducir por estos lares pero el paisaje sigue mereciendo la pena hasta que se me hace de noche. Viajar de noche por las carreteras marroquíes tiene dos problemas, el primero que si son nacionales circulan bastantes camiones con sus correspondientes humos negros, lentitud y temeridad, el segundo problema es que estos camiones tienen una batería de luces de alta luminosidad que dejan literalmente ciego durante un rato, son legales en Marruecos, los foco extra, y les ponen una docena para ver lo que tiene delante y lo que hay 10 km más allá delante de sus narices. Conducir por la noche es extraño, apague las luces de la moto y la luz de repente desapareció y es que en Marruecos no hay alumbrado público y las casas tampoco dan luz, no obstante tengo que llegar a casa y después de conducir dos horas en la más absoluta oscuridad llego a un poblacho con gasolinera y aprovecho ya que llevo 260 km hoy y no sé muy bien lo que me queda para llegar. El chico de la manguera me desborda el combustible, normal, pero este chato no me lo limpia como hacen otros. Más adelante hay como una especie de oficina de la gasolinera y entro para pedir un teléfono para llamar a mi amigo Hossin para que sepa que estoy bien porque ya para completar el día el operador que tenía contratado decía que ya no había saldo y unos hombres muy amables me ceden su móvil y llamo a mi hermano y le digo que me quedan 2 hora de conducción nocturna pero que llegaré. Así fue, una paliza de día, ah pero lo gracioso es que en la alta montaña, a varias horas aún de mi apartamento, andaba un poco perdido y llevaba varios kilómetros de carretera-pista, esta tipo de carreteras en su día lo fueron pero hoy solo es arena y piedra como una pista, en fin, que le pido a Hossin, por teléfono cuando funcionaba, que hable con un paisano que andaba por allí para ver si queda mucho para que la carretera mejore algo que era bastante peligrosa ya de día como para seguir de noche, pero el hombre que me encontré, posiblemente, no haya visto un teléfono en su vida, se lo daba para que hablara con mi amigo pero no hacía nada solo reírse y devolvérmelo, luego puse el manos libre y le decía a mi amigo que empezara a hablar en varias lenguas a ver si colaba alguna, pero nada, solo decía hola en bereber y se reía, en fina que me busco otra persona y casi un km después doy con dos hombre rústicos que están más o menos en la misma situación que el anterior, me miran desde donde están sentados y les hago un gesto con las manos para que se acerquen a mí y al final consigo que una se levante y hable con Hossin en manos libres por supuesto jejeje, al final mi amigo, que es un crack, consigue sacarle la información y me dice que el camino mejora en unos pocos km, y fue cierto, mejoró a una carretera derruida pero bueno ya no era una pista offroad. Al final llegue a las 10 de la noche pero sano y salvo, una aventura alucinante con muchas vivencias y kilómetros encima de Yasmina.
El día antes de irme de Tiznit, le pido al dueño que organice una “pachanga” para irnos con los quads, obviamente pegándolo, es un amigo pero los negocios son negocios, y manos a la obra nos vamos a dar una vuelta bastante chula con los quad que seguramente no sea ni parecida con los turistas habituales, pasamos por sitios realmente complicados pero ya tango soltura offroad con mi Yasmina y le meto caña, comemos en un sitio chulísimo a pie de playa que es una vivienda metida en una cueva, o más bien hecha a modo de cueva en la roca, genial para surferos. Es largo este texto pero me ha sido imposible hacerlo más corto, no he parado por Tiznit y tenía que haberlo ido comentando a media que sucedía pero bueno es el corto resumen de casi una semana y media estupenda en Tiznit. Me voy con mucha pena de allí pero he modificado mi ruta de retorno para veles de nuevo cuando retorne del Sahara, me lo he pasado genial de verdad, los mejores momentos, recomiendo el sitio donde he estado Gite Kasbah y no solo el Hotel, también el pueblo, si prefieres ver paisajes antes que edificios esta zona es inacabable. La mañana del día de partida rumbo al Sahara me despido de mis buenos amigos con un abrazo muy fuerte, unas fotos con la moto y sobre todo un nuevo abrazo a Hossin que para mí ya es como mi hermano de sangre.
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