Según tenía la moto lista, la noté francamente baja de suspensión, casi llegaba con los talones de los pies al suelo, parecía que iba en una custom y no en una trail pero mi intención es deshacerme de gran parte del peso cuando cruce el Rekkam, como va a ser una distancia muy larga sin gasolineras y no quiero echar gasolina de garrafa llevo combustible y agua de sobra. También me he liado con la ropa y echo en falta unos pantalones vaqueros porque ahora mismo hace frio y tengo que andar con unos pantalones de chándal que me había traído solo para cuando estuviera en las zonas más altas del Atlas. Se me han olvidado los guantes de invierno impermeables y el paravientos de la chaqueta de moto pero no debería necesitarlos mucho, en Marruecos casi no llueve.
Cruzar el charco Es de agradecer que hayan puesto líneas marítimas entre Motril y Marruecos, la verdad es que es muy cómodo bajar en línea recta desde Madrid tardando unas 5 horas a unos 100 kph, lo único malo es que hay que atravesar Sierra Nevada y hacerlo por la noche sin ropa invernal se pasa mal, no me imaginaba que haría tanto frio. Pensaba hacer noche en algún camping de Motril ya que voy cargado con la tienda de campaña pero estoy muy cansado por haber dormido poco, el viaje hasta aquí ha sido pesado y en este pueblo los campings están pensados para las caravanas pues no disponen de terreno blando, todo es piedra, aparte de ser bastante caros, 18€ por todo, con lo que pregunté precio en el primer hotelito cerca del puerto que encontré, no era muy barato pero por 11€ más que el camping duermo en una cama, muy cómoda por cierto, me dan de desayunar y estoy a un minuto en moto del puerto. No había comprado el billete por internet porque no sabía cuándo iba a llegar pero me sorprendió que costara lo mismo en taquilla que online cuando se supone que por internet debería ser algo más barato. Como he llegado muy pronto, por la mañana, el barco no está ni colocado para embarcar con lo que hago tiempo hasta que podemos subir, pero me da que vamos a zarpar rápido pues veo muy poca gente embarcando. El trayecto ha sido agradable, al ser un transbordador de carga, entre que es muy grande y que va lento, apenas se notaba el movimiento con lo que me he animado a comer de menú allí. Yo me mareo mucho en los barcos. La peli que emitían era Taxi Driver, sí, ese clásico de 1976 con un joven De Niro como protagonista, pero como ya la he visto y estaba yo solo en la sala de audiovisuales. Con el billete de embarque enrollado pude apagar la tele a través de la jaula donde estaba metida, para intentar descansar un poco pero el aire acondicionado estaba tan fuerte que me pasé casi todo el trayecto en las zonas exteriores.
Un encuentro esperado
Llegando a Nador, llamé a mi amigo Omar porque al estar pegado a Melilla aún tengo cobertura española en mi móvil y, aprovechado mi visita a Marruecos tan cerca de su casa, era un momento perfecto para vernos las caras. Esta es una de esas amistades que aunque no puedas verte mucho con la otra persona hay un contacto permanente. En el panorama español es uno de los moto aventureros más grandes que conozco, puede que mi amistad con el influya para que diga esto, pero es que esa amista existe gracias a su gran personalidad: es majo, es buena persona y está lo suficientemente loco como para ser muy auténtico pero lo justo para que no le pongan tratamiento psiquiátrico. Encontrarme con él ha sido la mejor forma de comenzar en tierras Marroquíes. Pude probar su KTM 990 Adventure y decir que fue brutal, cuanta potencia y solo girando el puño a medio gas. Una vez que mi amigo Omar me ayuda a ponerme al día con el cambio de divisas y poniendo una tarjeta telefónica marroquí en mi móvil nos despedimos con un fuerte abrazo de esta breve pero intensa quedada para poner rumbo a mi destino: Guercif.
Cayendo la noche
Aprovecho que tengo número marroquí para llamar a mí querido amigo Hossin, una excelente persona con la que hice muy buenas migas en mi otro viaje a Marruecos y con el que he estado en contacto permanente desde entonces, pronto nos veremos, pero antes hay que recorrer mucho terreno sin asfaltar. Hossin me ayuda a negociar un buen precio en un hotel que hay antes de llegar a Guarcif, llegaré por la noche pero al menos llegaré a tiro hecho. Es frecuente que cuando andas fuera de las grandes ciudades imperiales, haya caminos de tierra que sean considerados vías asfaltadas porque las usan los locales e incluso el gobierno les pune identificación numérica. Esto el GPS no lo sabe porque su algoritmo calculatorio de rutas toma variables como distancia, tipo de vía, límite de velocidad, tipo de vehículo y tipo de ruta que queremos hacer, entre otras, para dar con la ruta perfecta. En esta caso esta pista sin asfaltar y sin arreglar parece que es la mejor alternativa con lo que es la primera pista que voy a hacer en este viaje, no estaba planeado meterse ya a hacer caminos pero ha salido así con lo que paro un momento para adaptar las presiones de las ruedas a las nuevas circunstancias y a disfrutar de una preciosa puesta de sol en este camino que va a mi destino. Cuando llego de noche al hotel me recibe el encargado, me abre las puertas principales y me dice que pase la moto hasta el salón de actos, hoy Yasmina va a dormir con clase.
Alardin
Me encanta la cháchara, incluso en otro idioma que no conozco, siempre he dicho que dos personas se pueden comunicar si las dos personas quieren, aun siendo de culturas diferentes y no hablando el mismo idioma. Por fortuna para mí, de entre el personal que llevaba el hotel, había un chico que hablaba un español entendible, esto me vendría bien los días siguiente porque se podría a llover y tendría que pasar el chaparrón a cubierto. El buen rollo con Alardin llegó a tal punto que me dijo que para la próxima ver que vaya por allí, no necesitaba un hotel, en su casa hay sitio y será un placer quedarme allí el tiempo que haga falta. Por supuesto hablamos de todo, hasta de política, uno de los temas que menos me gustan, pero siempre entre risas, a pesar del mal clima me lo pasé bien.
Que llueva, que llueva
Me he tenido que quedar en Guercif un día extra para esperar a que pase la tormen o por lo menos que afloje un poco, lloviendo no disfruto nada montando en moto. Hay algo que no entiendo, vale que en la verde Europa llueve bastante y que en mi última visita lloviera casi todo el tiempo, pero la idea de bajarse a Marruecos es que no llueva, además no estoy en el Atlas. Creo que la lluvia parece que va a ser una constante en mis viajes así que ya sabes, si alguna vez quieres viajar conmigo vente preparado/a para mojarte y mucho.
3 Comentarios
Barri
28/10/2016 16:51:36
Yasta ¿
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Ruben Maxtral
28/10/2016 17:09:30
Por ahora si amigo, descuida que ya tengo en el horno el siguiente.
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Alvaro
29/10/2016 12:49:28
Pinta mu bien, esperando el próximo capítulo
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