El pequeño pueblo de Navacerrada acoge, un domingo más, uno de los eventos mensuales para amantes del motor que más se comenta entre aficionados a los clásicos, el “Navacerrada Classic”.
Siendo ya un evento clásico por sí mismo, que pasó algunas penurias hace algo más de una década por unos malos entendidos entre dueños de locales y los amantes de los clásicos, es hoy día conocido por ser uno de los mejores eventos de Madrid para clásicos del motor.
Pese a que la organización del evento pide que solo aparquen en la zona clásicos con más de 30 años, salvo excepciones muy puntuales, se ven bastantes coches actuales. En principio no hay nadie gestionando el escaso aparcamiento de la plaza del pueblo donde se centra la exposición con lo que cada uno decide a voluntad si quiere desentonar con el resto como por ejemplo decidió el sueño de un Aston Martin db9. El motivo de intentar controlar el espacio es que las plazas para coches son limitadas, en apenas 100 metros y aparcados en batería a dos lados, los participantes tiene que apañárselas para encontrar un hueco, pero por suerte a lo largo de la mañana los coches entraban y salían con relativa frecuencia dándole ese toque dinámico a este tipo de eventos.
Animé a un amigo para acercarnos por allí a medio día, un buen momento para disfrutar del esplendor del evento y la saturación del pueblo con todos los coches de los asistentes aparcados por donde pueden, por suerte nosotros aparcamos a un minuto andando, muy cerquita.
Las terrazas de los “chiringuitos” de la Plaza del Dr. Gereda estaban a reventar, pese a que hacía sol se sentía el frío de la sierra y es que estamos a 1200 msnm y las calles aún tienen nieve en las partes sombrías. Por mi parte cometí un gran error y es que asistí al evento con zapatillas deportivas y llevaba los dedos de los pies congelados completamente.
¿Y que nos podemos encontrar en este evento de clásicos? Pues a grandes rasgos no difieres mucho del que se hace en mi pueblo Villaviciosa de Odón. Encontramos varios Minis, los Escarabajos nunca faltan y luego una variedad de coches de entre los 90 y los 70 principalmente, a excepción de alguno realmente antiguo que me llamó mucho la atención.
Me arrimé a contemplar una restauración hecha con mucho gusto de un Fiat 1100 modelo 508C de 1940. Este modelo fue construido en Italia desde 1937 a 1940, y fue conocido como Nueva Balilla. Pintado en los colores originales granate combinado con guardabarros negros y llantas a juego con la carrocería, por fuera luce como si hubiera salido del concesionario en ese momento. Los faros e intermitentes en forma de bala, dándole movimiento pese a estar parado, los tiradores de las puertas integrados en la carrocería, la ausencia de pilar B dejando un gran hueco para acceder al vehículo, el retapizado de todo el interior… no falta detalle en esta berlina italiana fabricada en su día con mucho gusto y restaurada en nuestros días con más gusto aún sin perder un solo detalle de sus características originales.
Fiat construyó este modelo para sustituir al anterior Balilla o 508, pero en 1939 lo rebautizaron simplemente como 1100. Pese a ser una berlina económica le pusieron suspensión independiente en el eje delantero, algo poco común. Su renovado motor de 1.089 cc, 36CV y caja de cambios de 4 marchas lo lanzaban por encima de los 100 kph, nada mal para esos tiempos. Un detalle curioso es la carencia de portón trasero para usar como maletero, en su defecto había que usar el pequeño hueco tras los asientos traseros para meter lo poco que podía caber.
Su dueño se acercó para charlar conmigo y de paso mostrármelo por dentro y explicarme las historias que rodeaban a esta unidad concreta que el mismo había restaurado desde cero. Un magnífico trabajo por gusto y características.
Muy cerca y usando la misma configuración de colores combinando granate para el cuerpo y negro para guardabarros, estaba un Mercedes-Benz 170 S que fue el primero de la saga de la marca germana denominada W191. Se fabricaron desde 1949 a 1952 y fue el primer Mercedes-Benz en llevar junto al nombre el sufijo "S" (“Sonder” traducido del alemán significa “especial”) y con esto hicieron denotar un nivel superior de comodidad y calidad, es por eso que su mercado de época fueron principalmente directores de empresas muy exitosas.
El Karmann Ghia fue el primer intento formal de que los germanos pudieran adentrarse en el mundo de los deportivos. Si bien su potencia era limitada para ser un auto con denominación de deportivo, su estilo refinado y su precio razonable hizo que fuera un éxito de ventas. Su diseño fue encomendado a la prestigiosa marca italiana “Carrozaría Ghia SpA”, la cual prestó su “sello” para identificar a los modelos más lujosos de Ford desde 1973. Volkswagen contrató al carrocero alemán Karmann para la producción de este vehículo que se ensambló junto con un chasis de un Volkswagen Sedán que había sido ensanchada 30 cm. La carrocería se hacía a mano, lo que lo encarecía significativamente frente al Volkswagen Sedán producido de una forma más automatizada, cosa que se reflejaba en el precio final del automóvil.
Pero había grandes clásicos europeos que ya hemos visto en otras concentraciones. El Renault Dauphine de 1963, fabricado en España ya que el emblema cambia según el país de fabricación. Conocido como el “coche de las viudas” ya que estaba dentro del grupo de aquella época del “todo atrás”. Su motor trasero y tracción trasera, sumado a las carreteras curveantes y en mal estado de aquella España, daban como resultado un manejo complicado.
El Citroen DS 23 de 1969, tan famoso por su diseño futurista y su tecnología innovadora, como por su suspensión hidroneumática con corrector automático de altura. El DS consiguió avances en las normas automovilísticas tales como la comodidad de conducción, la seguridad y el frenado. Pese a montar un discreto motor de cuatro cilindros por la normativa Francesa, entre 1959 y 1974, los Citroën DS cosecharon numerosos éxitos en múltiples Rallys por Europa, incluso recuerdo las imágenes de archivo del primer Paris-Dakar, como los DS iban botando por las dunas de arena.
Los pequeños británicos Sunbeam Alpine de 1968 y MG MGB de 1965, dos vehículos competidores directos entre si ya que presentaban exactos conceptos de deportivo biplaza prestacional.
Han asistido un buen número de coches con historia, aunque la mayoría ya me iban sonando de otros eventos, todavía se encuentran piezas que hacen que asistir a cada uno de los múltiples eventos siempre merezca la pena.
Sin duda este "Navacerrada Classic" es un evento con mucho encanto por la ubicación, el acogedor espacio de reducido número de plazas y la clase que le da a un evento de clásicos el precioso pueblo de Navacerrada al que hasta la nieve por el suelo le daba ese toque invernal tan especial.
Mi buen amigo y yo quedamos encantados, seguramente repetiremos.
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¿Que vas a encontrar por aquí?Desde hace un tiempo frecuento eventos del motor debido a que últimamente no puedo viajar mucho, con ello desconecto un poco de mi día a día y de paso alegro la vista con coches y motos principalmente clásicos, que son los que más me gustan, en concreto mi debilidad son los que se fabricaron en los 60 y 70. He creado una sección en exclusiva para estos eventos, exposiciones y concentraciones de coches y motos.
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