Según llegué al parking público que hay en frente no vi ningún vehículo que llamara mi atención con lo que directamente fui al evento.
La AHE es una asociación nacida para reunir a propietarios de motos Harley-Davidson, con un objetivo principal de fomentar la amistad y compartir experiencias entre propietarios de Harleys y sus familiares. Está dada de alta en el registro de sociedades pero tiene vinculación ni con Harley-Davidson ni con otros fabricantes. Operan en el territorio español pero está estructurada en secciones territoriales que, aunque supeditadas a las directrices de la Junta Central, son autónomas en su operativa y dan cabida a cualquier propietario de una Harley en España. Es compatible formar parte de otra asociación junto con esta, el único requisito es compartir su filosofía y ganas de disfrutar de tu moto en compañía de otros propietarios de una Harley.
Yo he estado en dos eventos como este y la verdad es que se lo pasan en grande, no hay más que risas y buen ambiente mires por donde mires, incluso yo he tenido el gusto de charlar con algún propietario aunque no precisamente de Harley y es que suelen aparecer motos de otras marcas porque es posible que estos propietarios tengan varias motos o que no sean de la asociación, no lo tengo claro pero no es relevante. Lo que prima es el buen rollo que se respira en el ambiente ya que se ven muchos customer que asisten al evento con niños subidos de pasajero en sus monturas, no solo parejas. Los turistas que se acercan para curiosear no cumplen ningún perfil y eso es bueno porque no lo hace un evento exclusivo, hay madres con carritos de bebés, niños de todas las edades, siempre con su móvil en la mano enfrente de su cara perdiéndose el mundo real, personas mayores, aficionados a la fotografía o simplemente curiosos de manos cruzadas en las espalda.
Durante la mañana tuvieron varios espectáculos a los que no pude asistir y no solo estaban los de la AHE, también los HonkyTonk llegados desde su rancho “el Encuentro” en San Sebastián, reconocibles por su sombrero de cowboy, las guapas Pin Up´s de RockandBellas, muy difíciles de fotografiar al verse siempre rodeadas de gente, cantantes en vivo y una sorpresa que contaré más adelante.
Como Harley-Davidson es marca americana y el estilo del club es un estilo muy de USA, el evento es 100% “american” y eso se agradece porque Chanoe saca a relucir impresionantes vehículos americanos de muchas épocas, lo que lo hace muy especial.
Primera ronda
Frente al bar, en la calle, me encuentro con unos americanos de pura cepa, el Ford Mustang Cupé Hard Top de 1965, en un precioso color azul, y el Cadillac Deville Sedan de 1963 en un sobrio negro. Dos coches con un concepto muy distinto; El primero carente de lujos era un coche para “todos”, pequeño, medianamente potente, de producción económica y líneas sencillas; El segundo es todo lo contrario, lujoso, líneas complejas, gran tamaño (4,63 metros de largo) y su clásico banco corrido, pues carecía de asientos individuales, una herencia de su anterior versión. Son dos bellezas andantes y en perfecto estado. Dentro, en el primer parking, encontramos un poco de todo, americanos principalmente, incluso alguna joyita poco frecuente.
Brutal el Chevrolet Corvette C3 Stingray de finales de los 70, a juzgar por su frontal de fibra y no metálico. La estética racing que porta le viene como anillo al dedo pues es un pony car de pura cepa, parece mentira que este coche se concibiera para la calle pues parece de circuito.
A su lado encontramos el famoso Eldorado fabricado por Cadillac también a finales de los 70, cuyo nombre hace referencia a la mítica "Ciudad Perdida de Oro" sudamericana que fascinó a los exploradores españoles entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Es grande, es lujoso y todo con lo que una persona adinerada de los 70 podía soñar montar en un vehículo, Eldorado lo tenía: climatización, elevalunas en todas las puertas, espejos eléctricos calefactables… hasta un completísimo equipo de sonido con radio-casette.
Seguimos el deleite para llegar a un icono americano, no es un coche, es, sin duda alguna, el camión de época más relevante de todos los tiempos, también llamadas camionetas o pick-ups. Una Chevrolet 3100 de mediados de los 50. Pertenecen a la serie llamada “Advance-Design”, creados después de la 2ª Guerra Mundial, entre 1947 y 1955. Los camiones Chevy eran número uno en ventas en los Estados Unidos y se catalogaban por el peso de la cabina, había de ½ tonelada, ¾ T y 1 T. Esta restauración me parece brillante, con un gusto exquisito porque se ha dejado tal cual era el modelo original, sin excentricidades, sin macarreos, una genuina camioneta Chevy ½ T multiusos de 1955 y es que a estas camionetas se las modificaron hasta la saciedad como le pasó en nuestro país al Seat 600. A pesar del amor que siento por los Mustang, es posible que este sea el mejor vehículo de este certamen, en mi humilde opinión, me encantaría poder conducirla unos kilómetros, como los tickets de Grupón de darse una vuelta en un Ferrari, pues yo preferiría darme un garbeo en esta camioneta.
Por otro lado tenemos una cucada de coche nacido de una empresa española granadina que fabrica coche artesanales inspirándose en los vehículos de los 40 y 50 desde 1991, el Hurtan T2+2. Esta unidad posee los emblemas de la Asociación Española de Clásicos Deportivos, merito que se ha ganado por los pelos pues de todos los clásicos del evento es el más moderno, pese a su aspecto retro. Fabricado sobre la base de un Renault Clio (del que también hereda el motor) es muy ligero y exclusivo. Ofrecen innumerables personalizaciones como sus colores elegidos, muy elegantes y llamativos. Pese a su austeridad, cuenta con aire acondicionado. Para que luego vean que no hace falta salir de la península para encontrar coches artesanos que compitan en exclusividad con Caterham o Wiesmann, por mencionar algunos, a pesar de la estrictísima normativa automovilística que tenemos en nuestra nación, ¡Bravo por Hurtan!
¿Pero que ven mis ojos? Muy cerca del Hurtan encontramos una marca americana poco frecuente e, incluso, desconocida para muchos: Plymouth, una ciudad al norte de Inglaterra donde atracan los ferries que salen desde Santander o Bilbao y que da nombre a una marca americana legendaria. La Plymouth nación de la mano de Chrysler Corp. en 1926, cuando se dedicaba a la producción de coches de lujo y cuando Ford y Dodge empezaron a fabricar vehículos para el pueblo llano. Walter Chrysler tomó el nombre de la ciudad inglesa de la que procedían los que fundaron el estado de Massachusetts en el siglo XVII y como logotipo de la compañía se eligió el barco de estos emigrantes, el Mayflower. La creación de la marca Plymouth fue un éxito en el mercado.
Ante mi está un Plymouth Valiant Signet Sedan que debe ser de 1967 por su característica parrilla frontal dividida en dos por una barra del color de la carrocería. Con este modelo de Valiant, la marca entró en la modernidad dándole ese aspecto recto, largo y sobrio, lejos de las múltiples molduras de su anterior versión. Su dueño actual le ha puestos unas vistosas y modernas llantas de 18” que engrandecen el conjunto con ese color rojo metalizado que bien luce con el sol radiante.
En frente del Pymouth se posicionaba un Chevrolet Bel Air de 1957 en un precioso rojo vivo. Este coche es el clásico de los coches de morro cromado. La Chevrolet decide montar un “pequeño” V8 4.2 L, el primero de la marca en un sedán de pasajeros. Fue llamado "Baby Cadillac", por el gran parecido con los Cadillacs de la época, mucho más grandes. Tiene muchos detalles, sus colas de maletero en forma de aleta, los cromados longitudinales que lo recorren de atrás a adelante, su ventanilla trasera con pico… es un coche para disfrutar desde fuera.
Seguimos avanzando
En este parking ya no hay nada más que me llame la atención, es momento de avanzar por las motos a ver que sorpresas encontramos entre tanta Harley. Reconozco muchas de las monturas que voy viendo y que recuerdo del evento de Julio. Preciosas máquinas todas ellas con sus múltiples personalizaciones, colores chillones, piezas únicas de coleccionista que sacan a relucir en un bonito día soleado, el primero después del equinoccio de otoño porque hoy empieza la tercera estación.
Yo creo que las motos custom gustan a todos los moteros y no moteros, han tenido su propia historia dentro de la historia de la máquina en sí, han salido en cientos de películas de “malotes” o “buenotes”, han formado parte de la cultura de naciones, han estado siempre asociadas a las palabras libertad, sensaciones, amistad, respeto, las hay de todas las formas imaginables… son simplemente lo que son, pero es que son mucho más de lo que parecen. Ya lo dice el eslogan de Harley: “Live to ride, ride to live”, vive para rodar, rueda para vivir.
Como curiosidades, tenemos el triciclo Boom Trikes Figter, cuanto menos curioso. Nunca me han gustado mucho este tipo de vehículos por lo poco prácticos que los veo. Esto no quita de las sensaciones que se pueden tener conduciendo con esa postura super low y ese motoraco en la espalda del bicho, puede que no corra, puede que no sea ágil, puede que no sea práctico, pero vas a dar la nota allí donde circules o aparques siempre, garantizado.
Otra moto curiosa que encontré es la Mash Black Seven de 125 cc, una moto moderna con ese sabor scrambler que tan de moda está en nuestros tiempos. Esta pequeña moto de apariencia grande, proviene de Francia donde la fábrica e importa por el mundo SIMA. Por supuesto tiene certificación CE.
En este evento de apertura de temporada de la AHE se nota mucho más la presencia de Harley-Davidson que en el cierre de temporada de Julio donde la mitad de motos eran multimarca y la otra mitad Harley, hoy no, el 90% de las máquinas de dos ruedas eran de la marca de Milwaukee.
Y mencionando la marca custom americana por excelencia, cabe destacar el chulísimo sidecar que llegó casi a la hora de comer. Está basado en una Harley-Davidson Sportster XL 1200 de 2005 con las modificaciones y adaptaciones pertinentes para conducirse bien con un sidecar. De hecho estas modificaciones y el sidecar hacen que en conjunto tenga un aire muy retro, como si la moto tuviera muchos más años. El sidecar con forma de zepelín es una pasada. Un gran trabajo de personalización.
Al fondo hay sitio
Me sorprendió no ver muy lleno el parking del fondo, con la cantidad de gente que veía vestida con los típicos chalecos de cuero negro llenos de parches cosidos. No obstante lo que había era de buena calidad, me encantan estos eventos, creo que ya lo había dicho, ¿no? Mis ojos se clavaron en mi muscle car favorito y mi cuerpo siguió la trazada más corta para llegar a él. Un Ford Mustang Cupé Hard Top de 1965 con una estética muy cuidada y rompedora. Su color rojo vivo con detalles negro mate y llantas retro le daban un toque único en este modelo ya que personalmente no me gustan las modificaciones extremas de los primeros Mustang, los clásicos de los 60, y es que con sus líneas originales son preciosos. La prueba la tiene este propietario y su buen gusto.
A su lado estaba la quinta generación de esté clásico americano, la penúltima versión lanzada por la marca americana: un Ford Mustang 4.0 made in Michigan.
Muy cerca encontramos varios Chevrolets: Un Corvette C4 de 1991, un Blazer de principios de este siglo y un Camaro Super Sport de la última década. Cabe mencionar el descomunal Dodge RAM 2500 como motor Hemi 5.7 L de casi 400 CV que catapultan sus más de 2 toneladas hasta los 100 kmph en menos de 8 s y tiene una capacidad de arrastre de más de 4 toneladas. Menuda bestia parda.
Las estrellas en el salón
Una de las cosas que más me gusta es el interior de los múltiples espacios que tiene la sala Chanoe, porque no es una sala al uso es una multisala. Las banderas estadounidenses presiden todas las columnas, los coches perfectamente colocados como si fuera el “Salón del Automóvil” y gente, mucha gente. Yo he estado en los anteriores eventos alemán e italiano, y pese a que siempre hay ambiente, este es sin duda el mejor hasta la fecha. Chalecos de cuero compitiendo por no dejarles ni un hueco sin parchear, vaqueros, “pelotazos” en la mano, solo estar allí sin mediar palabra con nadie ya da vidilla.
Como es costumbre en mí, empiezo el recorrido por un lateral. Allí estaban los de “El Rancho”, haciéndose la foto de rigor, y al fondo una sala de ladrillo visto con mucho encanto. Un Chevy Chevelle Malibu 250 Hardtop Coupe, de 1969 dorado, preside la sala y al fondo la tienda retro.
En el interior la “fiesta” está en su segundo escenario, porque en este salón grande han montado un segundo escenario que estaría ubicado a la derecha si entras por la puerta principal. Aquí tenemos a una de las grandes y esperadas estrellas del evento: Victoria. Una preciosa águila calva genuina americana. Victoria vivirá en “El Rancho” pero ha sido adoptada por la AHE y allí mismo se ofició su ceremonia, esperemos que le guste y que se coma un buen roedor a la salud de todos.
Aunque cuando asomé, por primera vez, el morro a la fiesta había cuatro coches, ahora solo quedaban tres. A un lado, el inacabable Ford Country Squire de 1969, el El “station wagon” americano por excelencia con sus característicos laterales en símil madera, heredado de los primeros modelos que si eran de madera real.
Al otro lado, una preciosa restauración de una camioneta Dodge de principios de los 40, con sus estilizados guardabarros tipo lágrima, ese frontal uniforme hasta la caída del faldón, que copiaron las camionetas de Plymouth de la época, y ese carnero en posición de golpeo presidiendo el morro en su parte más alta. Se ha cuidado hasta el último detalle y ese contraste de rojo en la parte principal de la carrocería con el negro en sus guardabarros es un mezcla espectacular, no era común los bitonos pero a esta le queda de fábula.
Al lado de la camioneta se encuentra un curioso modelo: un Pontiac Chieftain Sedan de 1950. En base al comentario que me dejó Nieves esta unidad es original, la cual está impecable, porque en programas americanos he visto como los transforman y le añaden líneas modernas quitándole las partes cromadas, pero esta unidad es impresionante con ese color bitono precioso Ivory and blue (blanco marfil y azul). Concretamente estamos ante una versión Deluxe, caracterizada por llevar escrito las palabras “Silver 8 Streak” encima de las lanzas de sus laterales. El detalle más aparente es la cabeza de indio en el morro, casi parece el ámbar donde se encontró el mosquito de “Parque Jurásico”, con ese color naranja intenso traslúcido que hace que centremos la vista en él. como curiosidad esta cabeza se ilumina a la vez que las luces de posición, un distintivo norcturno con mucha personalidad. Esta cabeza de indio desapareció como logo de Pontiac en 1957 dando paso a la punta de flecha roja que conocemos en la actualidad. Estos grandes autos se movían con un potente, pero suave y silencioso, motor “Straight-8” de 8 cilindros en línea y 4.0 L, lo más bestia que había en aquel entonces.
Las Harleys más grandes y gordas presiden el escenario, son las Road King, las superturismo custom por excelencia. Pero la reina es la Harley-Davidson Duo Glide de 1968, en el azul y blanco original, encima del escenario. Está preciosa, es una restauración sensacional y con muy buen gusto porque tiene todo lo que tiene que tener, ni más ni menos.
Conclusiones
Es la hora de comer y cierran las puertas a los foráneos, la gente de la AHE se va a dar un gustoso atracón, que bien olía desde fuera, y yo me voy con una sonrisa de satisfacción en la cara, una vez más los de Chanoe han conseguido un espectáculo visual muy dinámico, muy entretenido y muy ameno, apto para todos los públicos. Como dicen ellos: “Esperamos muchos más eventos como este”. Amén a eso.
Echa un vistazo a la galería, están las fotos que no he incluido en el reportaje.
2 Comentarios
6/10/2017 16:44:13
Hola Rubén
Responder
Rubén Maxtral
7/10/2017 20:46:00
Muchas gracias Nieves!
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¿Que vas a encontrar por aquí?Desde hace un tiempo frecuento eventos del motor debido a que últimamente no puedo viajar mucho, con ello desconecto un poco de mi día a día y de paso alegro la vista con coches y motos principalmente clásicos, que son los que más me gustan, en concreto mi debilidad son los que se fabricaron en los 60 y 70. He creado una sección en exclusiva para estos eventos, exposiciones y concentraciones de coches y motos.
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